por Ellen Brown
Detrás de los repentinos levantamientos de Egipto y Túnez se encuentra una creciente crisis global desatada por la subida de los precios de los alimentos y el desempleo. Associated Press informa de que aproximadamente un 40% de los egipcios se encuentra en el umbral de la pobreza, con menos de dos dólares diarios, fijado por el Banco Mundial. Los analistas estiman que la inflación de los precios de los alimentos en Egipto está actualmente en un insostenible 17% anual. En países más pobres entre uel 60% y el 80% de los ingresos de la gente se destinan a la alimentación, en comparación con sólo entre el 10% y 20% en los países industrializados. Un aumento de un dólar o menos en el coste de un galón de leche o de una barra de pan para los estadounidenses puede significar la muerte por hambre para gente en Egipto y otros países pobres.